La película El puente (1950) ganó mención honorífica en los festivales de cine en Venecia y Edimburgo, y fue elogiada en la isla por su efectiva dramatización de uno de los principios centrales de la División: la necesidad de que los miembros de comunidades rurales trabajasen juntos, en lugar de depender únicamente en el gobierno o en “caciques” locales, para solucionar sus problemas más urgentes. Basada en eventos reales, esta película cuenta la historia de cómo los habitantes de un vecindario propenso a inundaciones – Barrio Botijas de Orocovis – se organizaron, recolectaron fondos, y trabajaron juntos en la construcción de un puente, el cual hacía posible que los niños cruzaran el río sin peligro para ir a la escuela al otro lado. En fuerte contraste a la escena inicial de la película, en la cual un niño casi se ahoga cuando lo arrastra la corriente, el cartel de Juan Díaz captura el sentido de seguridad del cual goza ahora el pueblo a través de la imagen del niño que casualmente observa seguramente el río crecido desde el nuevo puente. El guión de esta película tan popular fue más tarde adaptado para el cuento del mismo título que fue publicado, junto a ilustraciones de Rafael Tufiño y Lorenzo Homar, en Almanaque del pueblo (1952) de la DIVEDCO. El cuento fue reimpreso en el libro Nuestros problemas (1966), el cual es discutido en esta página bajo la sección Libros.
