Similar a “El Santero,” el cartel promocional de Rafael Tufiño para la película La plena (1966), refleja el consistente patrocinio y celebración de las manifestaciones culturales puertorriqueñas por parte de la DIVEDCO. La plena es un género musical nativo con orígenes en el siglo XIX en las regiones azucareras del sur de la isla, especialmente en los alrededores de Ponce, que combina tradiciones musicales africanas y españolas. La película enfatiza los elementos híbridos de esa música al presentar escenas de grupos pleneros y audiencias de raza mixta bailando juntos. Sin embargo, el cartel de Tufiño – en el cual predomina la imagen del famoso plenero Gumersindo Mangual tocando la pandereta – llama la atención sobre el predominio del legado africano en un tipo de música que según el narrador de la película es “nuestra más conocida forma de expresión afro-antillana.” La plena a veces se conoce como el períodico cantado, porque las canciones tienden a tratar sobre eventos del día. Por ejemplo, la canción “Tintorera del mar” – evocada en la ilustración encima del hombro izquierdo del músico – es una crónica de la tragedia de un abogado estadounidense que fue a la isla a defender los intereses de una central azucarera americana en el pueblo sureño de Guánica. La figura alegórica del tiburón que se traga al abogado simboliza la lucha de la isla contra la intervención estadounidense y su explotación económica de la isla.
