Este libro, el cual refleja la creciente industrialización de Puerto Rico en la segunda mitad del siglo 20, anima a los lectores a recordar que en una era “cuando las máquinas parecen capaces de hacer casi todos los trabajos,” que las máquinas mismas son productos de la ingenuidad y de las manos humanas. Diferentes secciones enfatizan artesanías hechas a mano como las tinajas de Barrio Tejas, carpintería arabesca de Cabo Rojo, y los santos de palo del santero Don Zoilo Cajigas de Aguada. Don Zoilo y su arte tradicional son el sujeto de la película de la DIVEDCO El santero (1956) y el cartel del mismo título por Rafael Tufiño (1967).
