Como lo sugiere su largo título, este libro es una crónica de la historia de los productos agrícolas más importantes de la isla. Las ilustraciones de la cubierta representan a agricultores puertorriqueños cosechando maíz, café, tabaco, caña, ñame, bambú, bananas, piñas, naranjas, y cocos, entre otros. El último ensayo del libro, “Puerto Rico es nuestro huerto,” tipifica la promoción que hizo la DIVEDCO del modo de vida rural y agrícola que estaba en peligro de desaparecer dado el aumento en los procesos de urbanización e industrialización fomentados por los gobiernos de Estados Unidos y de Luis Muñoz Marín.
