Este libro corto contiene dos cuentos de René Marqués que intentaban estimular a las comunidades rurales a encontrar sus propias soluciones, en vez de depender de líderes locales o del gobierno, a necesidades apremiantes como lo eran la construcción de carreteras y de puentes o el excavado de pozos. El protagonista del primer cuento – “Lo que Anastasio habló consigo mismo” – comunica el mensaje del libro de una manera concisa: “¿Queremos un camino? Podemos hacerlo nosotros mismos. ¿Queremos agua buena? Podemos limpiar la quebrada.” El segundo cuento, “El Puente,” fue adaptado del guión de la película del mismo título. Las ilustraciones de la portada, la cual presenta a un grupo de ciudadanos discutiendo asuntos importantes, fueron hechas por Lorenzo Homar.
