En el 1958 la DIVEDCO estrenó el documental Huracán y su libro acompañante, ¿Qué sabemos del huracán?, ambos con el propósito de educar a la gente, y especialmente a los que vivían en áreas vulnerables, sobre medidas de precaución para tomar antes, durante y después de un huracán. El libro y la película implementan un acercamiento decididamente moderno y científico en su discusión de los huracanes, y hacen un gran esfuerzo por combatir las creencias populares en las que personas iletradas basan sus pronósticos del tiempo. Como lo dice el narrador de la película: “En el negociado del tiempo no existen ni pájaros ni aguacates agoreras . . . pero sí un personal eficiente y un sinnúmero de instrumentos sumamente sensibles a los cambios en la atmósfera.” El cartel dramático de Eduardo Vera Cortés muestra a una madre y sus dos hijos, con el padre cargando las pertenencias de la familia en el trasfondo. La familia está huyendo de la amenazante tormenta a punto de azotar “El Fanguito,” un arrabal construido a orillas de una laguna. Una solitaria estructura de cemento en el trasfondo le recuerda a la audiencia sobre la rápida modernización de la isla en los 1950 y sobre la campaña del gobierno para disuadir la construcción de viviendas poco sólidas, las cuales eran altamente susceptibles al daño de ráfagas de viento y de oleadas causadas por las tormentas.
